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 Reflejos de Historia y tradiciones
NíjarHuebro

J. Calatrava

Cuadro de texto: Los Molinos de Rodezno de Huebro

             La transformación del grano en harina es un proceso mucho más antiguo aún que la propia agricultura. Alrededor del 200 ac. y según unos documentos atribuidos a Estrabón (120-63 a.c), que describen un molino existente en el palacio de Mithriades, se empezó a usar la rueda de agua, la cual aprovecha la fuerza de las corrientes fluviales para girar las piedras del molino aumentando así el rendimiento y la capacidad de producción de grandes cantidades de harina para alimentar a una población en aumento.

 

        Según se recoge en el tomo IX del diccionario de Pascual Madoz, (1845-1850), se contaban en la ribera de huebro hasta 28 molinos hidráulicos en funcionamiento, un hecho excepcional, si tenemos en cuenta que el municipio de Huebro, (que en esa época tenía Ayuntamiento propio), solo contaba con 150 vecinos, lo que pone de manifiesto la gran producción de cereales de secano que se generaba en los alrededores.

 

La Acequia:

El desnivel existente entre Huebro y Níjar, hizo posible que la única acequia principal que conduce las aguas de la fuente de “La Zanja” (así se llama el nacimiento de Huebro), alimentara los 28 molinos, ya que el agua que descargaba un molino volvía al cauce para alimentar el inmediatamente inferior.

 

El Cubo:

El cubo, vertical como un pozo se sitúa al final de un tramo de canal  llamado ‘el caz’, que está situada a lo largo de la parte alta de la estructura de mampostería. El caz toma agua directamente de la acequia y tiene una reja de hierro para impedir que entren al cubo hiervas y otros objetos arrastrados por el agua . Los cazes miden unos 30 cm. de ancho y de profundidad, y están revestidos con cal o barro y a veces eran repasados con tierra de almagra para hacerlos impermeables Los cubos, de mampostería, son circulares y tienen entre 60 y 100 cm. de diámetro en lo alto, estrechándose hasta cerca de la mitad en su base. sus lados están perfectamente lisos. Los cubos suelen tener entre 4 y 12 m de alto, pero 7 o 8 m es lo más común en estos molinos.

 

La Rueda o Turbina:

                En la base de la estructura de mampostería hay una pequeña cámara que aloja la turbina o rueda horizontal, que se llama ‘rodezno’ y que caracteriza a los molinos de Huebro. La bóveda es de cerca de 1 m alto por 2 m de ancho. Las turbinas son de hierro y de similar construcción, poseen entre 40 y 45 paletas o alabes, aunque 43, según diversos autores, parece ser la cantidad más común. Las turbinas eran todas similares ya que fueron construidas por Diego Ramos Alarcón, un carpintero que llevaba el mantenimiento de los molinos. Diego murió en 1982 y con él, el arte de la construcción y mantenimiento de los Álabes y Rodeznos de la ribera de Huebro.

 

El Saetillo:

El agua del cubo descarga hacia las paletas de la turbina por la pared trasera de la bóveda, a través del saetillo que está fijado a la pared con dos soportes. El saetillo, es un cubo de aproximadamente 20 cm. de tamaño, elaborado en cemento con un pequeño orifico de hierro de 3 cm. de ancho y 10 cm. de alto. Este orificio disponía de una pequeña compuerta  de hierro para controlar el caudal y concentrar el chorro de agua con considerable fuerza hacia las paletas de la turbina. Una barra roscada permitía manejar la apertura de la válvula desde el cuarto superior donde se alojaban las piedras, controlando así la velocidad de las mismas.

 

El Eje de Rodezno:

Un eje cuadrado estaba sujeto con tornillos al centro de la turbina o rodezno y subía verticalmente por el techo de la bóveda, hasta conectar con las piedras.

La turbina giraba en un cojinete de metal apoyado en una viga de madera. El eje pasaba por la piedra fija, llamada la piedra solera, y terminaba en una pieza de hierro en forma de T que encajaba en la piedra molinera superior que era la que giraba.

 

Las Piedras de Molino:

               Los molinos de Huebro poseían solamente un par de piedras, por el poco espacio del que disponían las estancias y la insuficiencia de caudal para mover varias de ellas. Las piedras tienen entre 1,17 y 1,22 m de diámetro, aunque las hay de mayor tamaño. La piedra inferior o piedra solera, es plana por ambos lados y en general más fina, unos 15 cm. menos que la piedra superior. Las caras de la molienda de las piedras inferiores estaban labradas con estrías radiales, que hacían salir el trigo hacia el borde, a la vez que se iba transformado en harina. La piedra de arriba tenía una cara superior que era convexa y en general de 170 mm. en su exterior y 220 mm. en el centro. Las piedras son de arenisca natural y posiblemente procedían de las canteras del Viso en el Campo de Níjar.

 

             Por desgracia, en la actualidad, son pocos los molinos que se conservan y pocos los esfuerzos que, desde las distintas administraciones, se hacen por mantener este maravilloso entorno de arqueología industrial, único en el mundo, que se deteriora y desaparece día a día ante los ojos de cientos y cientos de turistas que los contemplan admirados todos los años.

 

La mayor concentración de molinos de Rodezno de Andalucía desaparece olvidada al abrigo de la verde Ribera de Huebro, perdiendo piedra a piedra el recuerdo de épocas pasadas, ¡no se si mejores o peores!,  pero que forman parte de nuestro pasado y que son muestras de la superación del ser humano y la su adaptación al medio para sobrevivir con los recursos de los que disponía, transformándolos y adaptándolos a sus necesidades.

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Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616)